domingo, 10 de agosto de 2008

Crónicas estivales


Agosto va avanzando peligrosamente hacia su ecuador, y muchos no nos habríamos enterado de que es verano de no ser por el asfixiante calor que nos mantiene encerrados en casa.
Como cada año, los periódicos aligeran su espesura y rellenan como pueden las secciones cotidianas. Las radios también hacen lo propio, y tiran de agencias para relatar el suceso morboso de algún punto recóndito de nuestras -menos abarrotadas- playas.
Sin embargo, y a pesar de todo, este agosto parece no querer irse de vacaciones del todo. A lo mejor es que tampoco le llega el sueldo para alquilar el apartamento de todos los años.
La época estival llegó, en cualquier caso, con ganas de hacerse notar. Por una parte, los seguidores del Apocalipsis climático tuvieron que aguantarse con que el mes de julio haya sido, en muchas zonas de la geografía nacional, el más fresco en muchos años; mientras, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, daba un disgusto al pobre Bono con batallitas de corbatas. Menos mal que le ha prometido regalarle una bombilla de bajo consumo. Del clima de nuestras islas habló también nuestro amigo y referente Hugo Chávez, noséqué de Venezuela, cuando vino a mofarse a las mismas puertas del palacio mallorquín de Marivent de todos los españoles en la figura de Su Majestad el Rey. El mismo don Juan Carlos quien, por cierto, recibió gustoso las imposiciones de la peligrosa política exterior del señor Zapatero y disfrutó siendo el felpudo del orangután caribeño, que hizo el amago de no salir del coche, y que se rió a carcajadas con la camiseta del conocido “¿Por qué no te callas?”. A veces parece que ciertos Reyes prefieren ser villanos; de la villa, digo.
La canícula iba arreciando, pero no sé si más en los termómetros o en los liberticidiómetros. La alegría por el caso del Juez Gómez de Liaño -que tuvo que venir de Europa porque en España la Justicia en vez de venda lleva gafas de sol- y el reconocimiento moral de su inocencia (con 5.000 euros que el Estado debe abonarle no se puede decir que sea económico) se ensombreció en muy pocos días, cuando el Juzgado de Primera Instancia número 69 de Madrid condenó al director de La Mañana de la COPE, Federico Jiménez Losantos, a indemnizar con 100.000 euros al ex director de ABC, José Antonio Zarzalejos. Jarro de agua fría para quienes creímos que un espejismo podía hacerse realidad en este desierto ético llamado España. Con esta sentencia, volvemos a ver los dientes al lobo de la parcialidad, que asoma las orejas siempre que el socialismo se hace con el poder. La balanza se desequilibra y pasa lo de siempre: que algunas voces molestan al mandatario y urge silenciarlas a cualquier precio. Y si hay que saltar sobre el Estado de Derecho, así sea.
Con todo, cierto sector de la sociedad ávido de ver rodar las cabezas del rival, tuvo que morderse la lengua cuando Su Santidad Benedicto XVI anunció, durante la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en español, alto y claro, que espera encontrarse con nosotros en Madrid, en 2011. Las buenas noticias, para quien tiene Esperanza, llegan. Aunque sea de nuestras antípodas. Durante una semana, el Papa estuvo exhortando a cientos de miles de jóvenes a ser testigos vivos del Evangelio, confiando en la fuerza del Espíritu Santo. En tres años le demostraremos que ese Espíritu sigue muy vivo en España.
Llegó agosto, y el Gobierno se fue de vacaciones. Digo el Gobierno, porque otros muchos españoles han tenido que optar por la nevera y la sandía de los viajes de ida y vuelta. Mucho me temo que no es sólo por la moda del revival.
El señor Solbes anuncia que esta puede ser la peor crisis que haya habido nunca, hace las maletas, y hasta septiembre. Vaya, hombre, no se pierda usted su agosto. La señora de la Vega, este año, ha optado por el tour latinoamericano. Paseo arriba y abajo cambiando de modelito y haciendo apaños veraniegos que nos soltará a la cara cuando tenga a bien volver. No sé por qué me da en la nariz que las propuestas de voto para los inmigrantes de su último congreso federal tienen algo que ver. Al tiempo.
Y según parece, mientras el españolito de a pie que paga sus impuesto y cumple con las leyes tiene que quedarse en su casa abanico en mano, los asesinos puede agasajarse con unas buenas vacaciones. A más muertos a sus espaldas, más tiempo retozando con su moza respectiva. El dos de agosto salía a la calle el sanguinario etarra Ignacio de Juana Chaos, con recibimiento festivo incluido, tras cumplir una condena nada más y nada menos que de ocho meses por cada muerto. Otra ganga de una Justicia de tómbola.
Pero no pasa nada, porque a falta de pan, nos regalan dos dosis de circo, y a seguir sumando. Esta vez lo han montado, y bien montado, con estilo oriental. El pasado viernes daban en Pekín el pistoletazo de salida –pistoletazo figurado, claro, que cuando se habla de la China comunista se puede inducir a error- a la magna celebración mundial que suponen los Juegos Olímpicos, que van a servir a ese gobierno para enmascarar su monstruoso rostro de tirano y someter al mundo a los preceptos de su poderosísima economía. Si bien es cierto que no ha habido quien intente con sinceridad hacer valer los principios del mundo libre sobre semejante régimen abominable, algunos mandatarios, con Bush y Sarkozy a la cabeza, no han querido dejar pasar la oportunidad para pedir que se respeten los derechos humanos en el gigante asiático.
Nuestros políticos, como es su costumbre, prefieren mirar para otro lado. Los del gobierno porque, simplemente, no tiene nada que decir: les apasionan las dictaduras rojo sangre, y pierden la cabeza donde les coloquen una estrellita. Menos en el Portal de Belén, oiga. Y la oposición, como viene haciendo, no sólo ni está ni se le espera, sino que al bueno de Gustavo de Arístegui, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular, se le ha ocurrido decir que “hay que ser prudentes” y ha apelado al espíritu de los Juegos Olímpicos, en lugar de exigir del gobierno Zapatero una condena firme a la ominosa situación en que vegeta el pueblo chino.
Quien no ha tenido pelos en la lengua para decir lo que todos queríamos oír ha sido su compañero Antonio Basagoiti, presidente del PP en el País Vasco, tras la manifestación pro-etarra que tuvieron que presenciar ayer en San Sebastián. Basagoiti ha hecho suyas las palabras de cualquier ciudadano de bien, y ha expresado sin tapujos lo que todos pensamos: que sintió “asco” al ver a semejantes individuos enaltecer el terrorismo, aplaudir a sus héroes y amenazar de muerte a los populares, con la pasividad –si no con la connivencia- del ejecutivo de Ibarretxe. ¿Qué dónde estaba el Gobierno socialista? Pues sí, además de estar físicamente de vacaciones, moralmente tampoco se ha movido: echando balones fuera y diciendo que las competencias las tiene el lehendakari. Es decir: que los señores del PSOE no quieren mover ficha, no sea que en las próximas elecciones regionales los nacionalistas les den la espalda y no logren alcanzar el gobierno vasco que ya creen rozar con la punta de los dedos. O con las espinas de la rosa.
Entre tantas idas y venidas, los diarios “El Mundo” y “Libertad Digital”, entre otros, siguen recogiendo, junto a los afiliados del partido de Rosa Díez, UPyD, firmas a favor de la Lengua Común, es decir, el español de todos. Parece que hay quien no se ha enterado de quiénes son los promotores de esta idea, y vuelven a su discurso de “el PP quiere enfrentar a los españoles”. En esos términos regurgitó la nueva secretaria de organización socialista, la entrañable Leire Pajín, diciendo que los populares quieren utilizar la lengua como arma electoral. Esta no sabe que los del PP ya no crispan, porque don Mariano lo dejó muy clarito en el Congreso de Valencia: sí pero no, no pero sí, puede ser esto pero también lo otro. En definitiva, que Acebes y Zaplana sobraban, Aznar a la cuneta y borrón y cuenta nueva.
Así es el verano. Pasando lentos unos tras otros los días, al sopor de las tardes infinitas, deambulando por las solitarias calles de cualquier ciudad de interior y buscando una sombra bajo la que escapar del alarde vanidoso de quien es el auténtico protagonista del estío; sobre todos, sobretodo, como siempre ha sido y será, el bombo y la petulancia de Lorenzo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Demanda de José Antonio Zarzalejos Nieto contra Don Federico